Piojos
Los piojos o Pediculus humanus capitis son parásitos que mayoritariamente habitan en la cabeza, aunque a veces también se pueden encontrar en las cejas y en las pestañas. Se alimentan de la sangre humana.
Su ciclo de vida dura unos 30 días en la cabeza, no sobreviven más de 24/48 horas sin un huésped humano. Las fases son:
- Liendres: son los huevos de los piojos. Tienen una forma ovalada, de color blanco y se encuentran pegados en el cuero cabelludo mediante una sustancia pegajosa que secretan. Tarda unos 7-9 días en convertirse en ninfas.
- Ninfas: piojos inmaduros. Se alimentan de la sangre humana y tardan unos 9-12 días en convertirse en piojo adulto. Normalmente no son el foco de contagio, ya que no se trasladan de cabeza.
- Piojos adultos: sobreviven 30 días en el cuero cabelludo. Son parásitos de color gris y con 6 patas. No saltan ni nadan. La infección se produce por contacto directo cabeza con cabeza o bien a través de objetos de personas infectadas como un cepillo o sombrero. Las hembras son más grandes que los machos y son capaces de generar más de 200 huevos a lo largo de su vida.
Su diseminación comienza con el contacto de una persona que está infectada. Es común que los niños en edad escolar se contaminen más frecuentemente por el hecho de estar en contacto entre ellos durante muchas horas. Otro factor de infestación, es a través de objetos de personas infectadas, como por ejemplo la ropa, un peine o cepillo.
El síntoma más común que experimenta una persona infectada es prurito intenso y constante. El prurito es debido a una reacción alérgica de nuestro sistema inmunitario con la saliva del piojo. El hecho de rascarnos provoca un enrojecimiento de la zona. Por último, el hecho de tener una sensación de quemazón constante provoca irritabilidad y mal humor.
Cuando se identifican los piojos se debe actuar inmediatamente para evitar su proliferación con lociones antipiojos y con la revisión periódica y manual hasta asegurarnos de que no quede ningún piojo ni liendre.