Moluscos

Los moluscos son la manifestación de una infección cutánea por un virus (Poxvirus). Aparecen como pápulas redondeadas y brillantes (“granitos”) que suelen situarse en diferentes áreas del cuerpo de manera simultánea, agrupadas o no. Son más frecuentes en las extremidades y en el tronco. No es habitual que aparezcan en la cara.

Los moluscos son propios de la edad infantil, especialmente en niños y niñas que realizan actividades en la piscina. El nombre original de esta infección es “molluscum contagiosum”, hecho por el cual ya queda claro que es un proceso fácilmente contagioso y común entre compañeros de clase, de actividad deportiva o bien entre hermanos.

No suele producirse ninguna sintomatología e inicialmente pueden ser confundidos por un “granito” propio de un pelo invertido, por eso es frecuente que, cuando el paciente viene a la consulta, el cuadro lleve semanas o meses de evolución. A veces, se produce un eczema alrededor o cerca de los moluscos (enrojecimiento, descamación, picor), cosa que se traduce como una respuesta inmunitaria del paciente y que normalmente precede su desaparición –todo y que no es un signo premonitorio constante–.

Todo y que no requieren un tratamiento de manera obligatoria ya que finalmente el sistema inmunitario los elimina, es común que puedan permanecer durante semanas o meses y ocasionen un problema en la escuela o en las actividades deportivas como focos de contagio, o bien sean motivo de preocupación por los padres. Existen diferentes opciones terapéuticas. Clásicamente, los moluscos se han extraído físicamente mediante el curetaje, coloquialmente conocido como la técnica de la cucharita, bajo anestesia tópica. No obstante, este proceso resulta estresante para el niño y para los padres, suele sangrar durante la realización, y puede provocar cicatrices irreversibles. Otras opciones físicas pueden ser la congelación mediante el nitrógeno líquido (crioterapia) o la fulguración con láser de CO2. Estos métodos resultan óptimos cuando hay una cantidad baja de moluscos, pero cuando son numerosos se sugiere la aplicación en casa de soluciones astringentes durante unos días para facilitar la respuesta inmunitaria del huésped y la eliminación natural de las mismas.