Hongos – Micosis cutánea

La micosis cutánea es una infección de la piel provocada por hongos o levaduras que viven en la piel, cabello y uñas, y que puedeN afectar tanto a adultos como a niños. Las zonas más propensas a sufrir este contagio son las zonas íntimas, el cuero cabelludo y las uñas, a pesar de que cualquier zona del cuerpo puede verse afectada.

Los síntomas más característicos son: manchas blancas o rojas, descamación y prurito leve.

Existen distintos tipos de infecciones cutáneas según cual sea el hongo causante y la parte afectada. Las más frecuentes son:

  • Candidiasis: es una infección provocada por la Cándida en la piel o en las membranas mucosas, en situaciones de calor y humedad, o bien cuando el sistema inmunitario está deprimido. Es, mayoritariamente, la causa de la dermatitis del pañal y especialmente frecuente durante el embarazo, en personas obesas, personas mayores y en zonas de pliegues de la piel.
  • Dermatofitosis (tiña): es una de las infecciones fúngicas de la piel más desagradables, molestas y muy contagiosa, originada por los dermatofitos. Puede afectar a distintas partes del cuerpo pero las más frecuentes son el pie (pie de atleta), cuero cabelludo, tronco, cara, uñas y zona genital. Se transmite por contacto directo y es frecuente en situaciones de poca higiene, calzado cerrado, humedad y en zonas de la piel o de las uñas con heridas. 
  • Pitiriasis versicolor: es una infección cutánea superficial causada por los hongos del género Malasezzia. Cuando se reúnen ciertas condiciones óptimas para su crecimiento (humedad, seborrea, predisposición personal, uso de aceites, exceso de sudoración), el hongo prolifera, cambia a una forma de hilos y se manifiesta clínicamente en forma de máculas (manchas) redondas de coloración marrón, rosada o blanca. Es más frecuente en la adolescencia. En general, no ocasiona molestias más allá de la alteración estética que supone, aunque en algunos pacientes genera picor y no es contagioso.

El tratamiento de las infecciones para hongos se realiza con fármacos antifúngicos y se utilizará un proceso u otro dependiendo el tipo de infección, hongo y zona afectada.